Su travesía había sido larga. Desde hacía tres años, cuando la bruja del reino vecino decidió maldecir a su querida princesa y raptarla para esconderla en la Torre más alta del bosque de los cien años, que venía recorriendo estas tierras, luchando con dragones, atravesando pantanos hechizados y cuevas llenas de demonios y seres mágicos.
Recordaba como si hubiese sido ayer, el día en cual conoció a la princesa. Estaba ella, solemne, mirando su reflejo en el Lago de los Cisnes.
- Su majestad no se ve muy feliz-
- No es eso, sólo estaba pensando que no es justo que mi padre quiera elegir a quien debo desposar.-
- Su padre hace lo que es debido para proteger su más preciado tesoro.
- ¿Y usted, caballero, cree que casándome con el mejor combatiente voy a ser feliz? ¿Estaré mejor protegida? Yo quiero a un hombre que ame, y que yo pueda amar de vuelta. Así de simple.-
No supo como, ni porqué. Sólo recordaba haberse perdido en sus ojos, mientras se le acercaba. Y sus labios se unieron, y sintió una llama arder en su interior.
- El hombre que la ame entonces, luchará por ser el mejor combatiente. Y la protegerá de todo mal.-
Esa fue su primera promesa. El día que se cumplió, todo el reino estaba de fiesta, y su querida doncella estaba realmente radiante. ¿Quién iba a pensar que la Bruja que habían estado buscando, se escondía en su propio reino? Nadie jamás habría adivinado, que encima sería la prima –locamente enamorada- del joven caballero. Ni mucho menos, que el día de su boda, todo se iría por la borda.
Ahora sólo una puerta se interponía entre el cruel destino y el joven valiente que había subido los diez mil escalones de la torre escondida.
- Mi príncipe.- Le dijo débilmente la muchacha.- Has llegado.-
Le sonrió, al mismo tiempo que sus ojos se cerraron y sus labios se unieron con los de el. Sus manos se entrelazaron. Y pronto dejó de sentir el cálido aliento de la mujer chocar con su mejilla.
Había llegado tarde.
~ THE END.
Como les dije, malo :(
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