miércoles, 15 de septiembre de 2010

잊혀진계절 (Forgotten Season)

•Entrada: # O55
•Playlist:
Crying - Kim Jaejoong

•••About

Y este es mi segundo cuento del día, no es como los demás, porque me aconsejaron que no escribiera tanto de amor, y me costó muchisimo, porque el amor es lo más fácil que hay xD Ojala les guste.


~잊혀진계절 (Forgotten Season)

Fue una fría tarde de otoño.

El llanto de un bebé hacía eco en la humilde cabaña de madera. La pequeña jovencita miraba detenidamente como su madre de paseaba de un lado a otro, meciendo a la pequeña criatura en sus brazos, tarareando una canción de cuna. Desde la cocina emerge su padre, preocupación plasmada en su rostro.

- ¿Sigue con fiebre?- Preguntó con voz ronca el hombre.
- Sí, no logro hacer que decienda si quiera un grado.- Respondió la ama de casa quien por fin logró hacer dormir al pequeño.
- Tenemos que llevarlo a la ciudad.- Soltó con desespero- El doctor me dijo que no sobreviviría de no ser tratado.- Sus ojos se posaron en las coloradas mejillas de su hijo.

De pronto, el ruido sorde del techo del granero cayendo llamó la atención la familia. El hombre y su pequeña hija corrieron hacia el lugar, para encontrarse con un joven hermoso, vestido con sólo una túnica, bañado en plumas de color blanco.

- ¿Quién eres?- Preguntó el hombre al extraño, asustado. El precioso ser no emitió respuesta, se limitó a mirarlos.
- ¿Papi, es un ángel? – Preguntó la pequeña.
- No lo sé.

El granero era muy oscuro por la madrugada, y muy frío por lo demás. Había pasado la noche allí, su cuerpo ardía y sus extremidades se sentían débiles. No entendía porqué, pero cada vez que intentaba incorporarse, sólo lograba gritar de dolor.

- No debería moverse así señor- Dijo la dulce voz de una niña. Miró hacia la puerta, por ella entraba la jovencita de la tarde anterior.- Tome, es té de hiervas, le servirá para el frío.
- Gracias- Murmuró aceptando la tasa que le ofrecía la mujercita.
- ¿Eres un ángel verdad?- Preguntó.- Lo digo por todas esas plumas. ¿Chocaste con una nube y por eso caiste?
- No…- Le miró extrañado ¿no sabía acaso la pequeña criatura que las nubes son sólo gas? Intentó incorporarse una vez más, en vano.
- ¡Pero señor ángel, usted está herido no se pare!- Le dijo, y rompió su vestido para obtener un pedazo de tela.- Venga, deme su brazo izquierdo.-

Estiró su brazo con cuidado, la niña lo tomó delicadamente entre sus finos dedos blancos – y con su mano libre sacó una pomada de su bolsillo- y untó la sustancia. Ardía, mucho. Y entonces notó que su pie estaba repleta de cortes y machas rojas.

- ¿Qué es…?
- Es sangre…- Le dijo la chica.- Yo pensé que los ángeles no sangraban.
- Y esque no sangramos pequeña.- La cortó- Pero yo ya no soy un ángel.
- ¿Cómo no? Si usted es tan hermoso, y sus plumas son tan brillantes.
- Solía ser un buen servidor, pero un día cometí un pecado. Lo guaerdé en secreto, lo había echo muy bien hasta que el día de ayer, mi Señor me descubrió, y cortó mis alas, condenándome a caer a mi suerte.
- Es una pena. Pero ya verás que para cuando haya terminado de curarte, podrás voler al cielo.- Sonrió la niña, y sin saber porqué, le sonrió del vuelta.

Ya llevaba tres días en el granero, y ahora ya podía mover sus manos sin problema alguno. La pequeña le obsequiaba comida y limpiaba sus heridas todos los días, a cambio le pedía que le contase historias de su mundo, del cielo. No entendía como, pero esa pequeña criatura parecía ser el ángel.

- Y entonces- Comenzó ella mientras limpiaba las piernas del chico.- ¿Es verdad que los querubines no llevan nada puest—
- ¡Hija, necesito que me ayudes, por favor!- Gritó su padre entrando de golpe al lugar.- Tu hermanito está—

La habitación era un caos, la madre lloraba a mares, el padre hablaba con el doctor, y el bebé ya casi no respiraba. Él se encontraba aún en el granero, se sentía solitario sin la compañía de siempre. Al principio anelaba tener la oportunidad de volver al cielo, ahora se limitaba a esperar robar un sonrisa a su pequeña amiguita. Y entonces, como si Dios hubiese escuchado sus plegarias – irónico como suena- la jovencita entró corriendo al lugar.

-Angel…- Le dijo, pero esta vez su voz no era dulce.- ¿Tu puedes hacer milagros verdad?- Preguntó, sus ojos rojos, su nariz humeda, sus mejillas rosadas y sus labios secos.
- Yo…- Su corazón se rompió en mil pedazos ante la escena. Podía hacer milagros, pero con la poca energía que le quedaba…
- Yo sé que puedes, porque eres un ángel muy bueno.- Le sonrió entre lágrimas- Ayuda a mi hermanito, se está muriendo- El hipo no la dejaba hablar.- Sálvalo, por favor…Por favor…Te lo ruego.

- No puedo…

Nunca jamás se había sentido tan culpable como ahora. La pequeña niña lloraba de rodillas en el suelo, sus manos cubriendo su rostro, ahogando sus gritos de dolor. Y entonces lo reconcideró. Sabía que si lo hacía moriría.

- Está bien, tráeme a tu hermanito.

Estaba toda la familia reunida a su alrededor, con cuidado tomó al bebé agonisante, y cerró sus ojos. De pronto todo el lugar se cubrió de luz, y se volvió cálido.

- Mira mami, abrió sus alas.

Ya no sentía aroma alguno, tampoco sentía el frío del otoñó, no sentía al niño entre sus brazos, ni el dolor de sus heridas. La luz poco a poco se difuminaba, y los agradecidos llantos de la familia se hacían más y más lejanos. Era el final, y lo sabía. Para el, todo se volvío negro.

-¿Ya estoy muerto?- Se preguntó
-Abre tus ojos- Le dijo una voz familiar.

Y cuando lo hizo, no cupo en si de la impresión.

-Bienvenido a casa-

Era el cielo.

~THE END

Es como tierno... No sé, es nuevo para mi hehe.


Secret Game

•Entrada: # O55
•Playlist:
Insa - Kim Jaejoong

•••About

Oh my Max, cualquier tiempo que no me metía a esta cosa (Y esta ya parece pan de cada día ¿no? Siempre les salgo con la misma fracesita). Bueno, siguiendo con mi súper task que aún no he olvidad, traigo otro cuento (?). Esta vez traté con un estilo distinto, pero creo que no funcionó :/

~SECRET GAME

Lo único que era capaz de escuchar eran mis acelerados latidos y mi entrecortada respiración, a pesar de lo fuerte que sonaba la música.

Mi esplada contra la pared fría pared de cerámica, mi vestido desarreglado y mis zapatos olvidados en algún lugar. Rodeé su cuello con mis brazos, juntando aún más nuestros cuerpos- Lo que parecía casi imposible teniendo en cuenta lo reducido que era el espacio dentro del cúbiculo del baño.- Sus manos alrededor de mi cintura y sus labios sobre los mios.

Era su aniversario de matrimonio. No muy lejos debía estar su mujer, esperándolo para bailar, con un tequila a medio tomar y otro olvidado en la barra. Si supiera que su marido está encondido en el baño de hombres, sobrio, con otra mujer entre sus brazos.

Soy una mala mujer, una sin vergüenza, soy “la otra”, la que llama cuando sale de viaje, o cuando se queda de turno en el hospital, la amante. Y no importa lo que la gente pueda pensar si se entera, tampoco me importa como se sienta su legítima mujer. Soy eogista. El me desea, yo lo deseo. ¿Qué más se necesita? El amor, la pasión, y la moral no se mezclan.

Este es mi juego, su juego, nuestro secreto.

~THE END

Intenté un estilo no sé, ¿más wild? Menos fluff, rosa, con corazones. Tampoco es como los típicos cuentos depresivos y tristes. Quise un personaje egoista, no sé, no resultó de todos modos.