martes, 5 de mayo de 2015

どうして君を好きになってしまったんだろう?

• Entrada: #O81
• Playlist: どうして君を好きになってしまったんだろう?- DBSK

•About 
Esto fue totalmente un accidente. Quería actualizar un Fanfic de Sakura Card Captor que empecé y dejé detenido el año pasado por motivos personales y académicos. Y me di cuenta que tenía muy desordenado todo, en especial mis proyectos, mi escritos, mis historias...Así que decidí obviamente ordenarlo.

Resulta, que encontré uno de mis tantos Oneshots (Fanfictions de un sólo capítulo para los que no son entendidos en el tema) sin terminar, ni mucho menos publicar, y pues...Aquí estoy. Obviamente lo adapté, y lo modifiqué un poco.



~ どうして君を好きになってしまったんだろう? 


Chocolates, corazones, cartas de amor y otra aburrida comedia romántica (sin mencionar el especial de sexo animal que pasaban durante todo el Santo día en el ’Animal Planet’) Esa, con algunas variaciones dependiendo la persona, era la típica rutina que vivían todas aquellas pobres almas en desgracia que pasaban solteras el día del amor y la amistad. Aunque para muchos el 14 de Febrero fuese solo un día más, existían personas que realmente se frustraban. Sobre todo porque pasarían todo el día encerrados a menos que fuesen lo suficientemente masoquistas como para salir a la calle inundada de parejas, amor y felicidad. (También, debían tener el estómago para aguantar ver algo muy parecido al especial de San Valentín del Animal Planet cada vez que pasaban frente a una Plaza o Parque).

Como sea, no para todos era color de rosa, o al menos eso era justamente lo que pensaba cierto moreno mientras se sentaba en el borde la cama.

- Arriba, y no te hagas el dormido..-
- No…- Se quejó el cuerpo bajo las sábanas.- Sólo cinco minutos más, por favor…
- Nada de eso - Lo regañó al mismo tiempo que tomaba las sábanas con fuerza y las lanzaba muy lejos de la cama.- Tienes que levantarte ya. Es más de medio día y el deber te llama.
- No jodas, me duele la cabeza.- Respondió aún con sus ojos fuertemente cerrados, mientras se ubicaba en posición fetal,  en búsqueda de calor.- Encima no tenemos actividades hasta la próxima semana.
- ¿Eso crees?- Le regañó sentándose en el borde de la cama- Apuesto lo que quieras a  que, para variar, no has revisado el correo.
-Estoy seguro de que ayer el delegado dijo que el próximo examen sería pospuesto una semana.
- Anoche había más alcohol en tu cuerpo que lo que podrías encontrar en la botillería de la esquina. Dijo que iban a adelantarlo una semana. Y ahora levántate, no eres la única persona sobre la faz de la Tierra que tiene resaca. Al menos tuhas dormido, yo estuve aquí cuidándote, más bien, cuidando mis muebles.

Siempre era más o menos lo mismo. Salían de fiesta, bebían mucho más de lo estrictamente necesario y terminaba siendo el niñero peor pagado de la historia. Era lo malo de vivir en el centro de la ciudad, suponía el chico, resignándose cada vez que una situación así se presentaba. Sin embargo, hoy tenía un humor de los mil demonios y no tenía intenciones de ser amable con nadie. Odiaba profundamente el día de los enamorados, y prefería vivir su desgracia solo.

- Vale, vale.- Respondió finalmente una voz a su lado, abriendo sus ojos de a poco acostumbrándose a la luz. Joder, como le molestaba en este preciso momento ese rayito de sol que colaba por la ventana. Ningún respeto por los caidos en batalla
- Pensé en traerte un vaso con agua, pero luego pasé por mi baño y me arrepentí. No entiendo cual era el punto de beber tanto si no puedes con ello.
- Que pesado te pones, si encima es domingo. A todo esto ¿Porqué no hay ruido? ¿Dónde están los demás? Ayer eramos un grupo grande ¡No me salgas con que el resto se dio a la fuga y quieres que te ayude a limpiar! Porque el que tú tengas complejo de ama de casa, no es problema mi—

Le dolía, cada palabra que salía de esos lindos, finos y rosados labios lo atravesaba como pequeñas agujas. Lo hacía cuestionarse una y otra vez: ¿Por qué me torturo de esta forma?  Y también el porqué demonios aún no iba revisarse la cabeza con algún psiquiatra por que lo suyo era definitivamente otro nivel de demencia. Disfrutaba cada segundo, cada amargo segundo que vivía al lado de ese bulto que ahora no hacía más que quejarse malagradecidamente. Ese bulto, que en el fondo, era su persona más preciada.

Se conocían desde su primer año de universidad,  ambos eran jóvenes y parecían no entender como funcionaba el “mundo de los grandes”, y siendo él el mayor de ambos, decidió tomar un extraño rol de paternal.
Estudiaban juntos, salían a comer juntos, hacían los trabajos juntos (el hecho de que estuvieran siempre juntos, por lista, lo hacía todo más sencillo), tenían el mismo grupo de amigos y habían tomado casi los mismo electivos.  Compartían logros, dicha, y también muchos secretos, penas… Siempre le daría su hombro para llorar, extendería su mano para levantarse de una caída. 

No podía recordar, por mucho que lo intentaba, cuando fue la primera vez que sintió que su estómago estaba lleno de aves, o mariposas (o quizás murciélagos, porque la sensación no era para nada agradable) al encontrarse casualmente, o al sentarse juntos. Sólo tenía claro de un momento a otro todo era diferente. Las bromas coquetas ya no eran tan placenteras, sentía que las manos le sudaban y su rostro de pronto se convertía una exposición de rojo en cien tonalidades distintas, sin mencionar ese extraño nudo en su garganta y ese nerviosismo que lo hacía decir las cosas mas absurdas. (Gracias a Dios, la mayoría del tiempo esas cosas se daban con alcohol de por medio).

No sabía que parte de su retorcida personalidad lo tenía así, aunque obviamente el hecho de que fuera sumamente inteligente, sumado al hecho de  que sus ojos castaños, su fina nariz y sus lindos y rosados labios estuvieran armónicamente dispuestos en su rostro eran una ayuda.  Imposible negar su belleza. Obviamente su auto-destructiva forma de ser era el metal perfecto para ser atraído por su especial magnetismo. Pero se le hacía cada vez más difícil.

Debía ser más cuidadoso ahora, beber moderadamente, no sólo porque después tendría que acarrear un cuerpo inherte hasta su apartamento, si no porque podía decir cosas indebidas, podía sacar a luz todo aquello que le estaba sucediendo, lastimar su relación, e indudablemente, lastimar su ya herido corazón.  No había tortura más grande que sentir el roce y el calor de sus cuerpos cuando caminaban abrazados y alcoholizados por las calles de la ciudad, sólo para llegar a su casa y escuchar salir de su boca palabras tan crueles como

“Dueme conmigo, no pasa nada”

Tenerle allí, en su cama, sin posibilidad alguna de defenderse.

“Tengo frío, ¿por qué no vienes?”

Tener la oportunidad de abrazarle, de sentir su respiración de cerca, de tomar sus manos entre las suyas, y saber que su secreto podría aún estar  a salvo porque a la mañana siguiente existía la posibilidad de que no recordara nada.

“Somos amigos

 Y sentir esos deseos de besarle, porque la oportunidad estaba. Y  sin embargo, no tener el coraje para hacer nada más que arreglar su castaño cabello, desearle buenas noches y caminar a la sala para ir a parar finalmente a su sofá.

- Eres un enano insensible.- Se quejó – Malagradecido.
- Te has dado cuenta que soy más alto que tu ¿verdad?-

Porque era su mejor amigo.

- No entiendo porqué te pones así- El chico no entendía nada- Siempre hacemos lo mismo, siempre me quedo aquí, y siempre me dejas dormir hasta la hora que quiero. Estás comportándote como mi hermana una vez al mes.
- Cállate- le dijo, apretando los puños.- ¿No te has parado a pensar que día es hoy, tonto?
- ¿Qué?-

Pudo notar que su amigo lo miraba sin entender nada, y se tomaba la cabeza,  probablemente mataba por una aspirina. Era tan tonto, tan insensible, tan desagradable, siempre le contestaba, y se quejaba, y lo hacía rabiar…Pero siempre estaba ahí para él, y escuchaba sus problemas, y le prestaba sus apuntes, y se reían, mucho, y podían salir de fiesta, o al cine, o a comer o incluso quedarse en casa, y sabía que tendrían un buen momento. Por ese castaño, ese estúpido castaño era especial. Era su mejor amigo.

Suspiró, y se tragó todos aquellos sentimientos que amenazaban con salir.

- Es el día de los enamorados, bruto.- Se dio vuelta y caminó hasta su armario, sacó una toalla y la lanzó al joven que aún se mantenía sentado en el borde de la cama.

No tenía planes para ese día, pero definitivamente no era una buena idea que se quedaran ambos en casa.


- Vístete, come algo y llama a tu novia. Debe estar furiosa.




Fin

Es un poco decepcionante el resultado, siento que el inicio era muy prometedor, y de hecho creo que de no haber perdido esa chispa que me incitaba a escribir Fanfiction de TVXQ, este habría sido un gran proyecto JaeMin. Cosas que pasan cuando tu grupo favorito se separa. En fin, como pudieron haberse dado cuenta, esta es una historia homosexual. Se siente extraño volver a ellos después de tanto tiempo. Creo que quedó muy superficial, perdí el toque. 

O quizás es porque le título es importante para mi, una de las canciones que más me gustan, y tiene su traducción como "Porque tuve que enamorarme de ti"

Escúchenla si es que no son unos racistas discriminadores o en su defecto creen que la música pop es para gente estúpida. 

https://www.youtube.com/watch?v=8GvE4HCLg_M

Y se los pongo en vivo, porque suenan igual o mejor que disco. Los amo. 

Atte, Sayu

1 comentarios:

Tomas dijo...

"su auto-destructiva forma de ser era el metal perfecto para ser atraído por su especial magnetismo" nerd and nice quote <3